Código penal. Comentado y anotado 3 TOMOS ENC
Parte general - Parte especial
Cathedra Jurídica
Páginas: 2378
Formato: 16 x 23 cm
Precio: $ 8000.00
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789871419777
Se trata de una obra de gran envergadura, en la que han participado un sinnúmero de autores en la que la ingrata tarea de coordinarlos a recaído en el Dr. Miguel Angel Asturias. Una obra colectiva de tal dimensión contiene una multiplicidad de visiones que la enriquecen y nos llevan a la discusión. No necesito decir que hay muchas afirmaciones que comparto entre las que se hacen y otras que no, lo que hace que su lectura sea realmente atractiva. Por otra parte nada me ha demostrado que sea yo quien tiene la razón. Destaco la metodología de la parte especial lo que la torna en una herramienta útil y cómoda al momento de consultarla. De eso se tratan los códigos comentados, de herramientas de trabajo, su necesidad y utilidad la van dando las preguntas que nos responden, las dudas que nos disipan, los problemas que nos solucionan. Cuántas veces en el trabajo diario de abogados, funcionarios y jueces aparece esa pregunta que el código comentado nos responde y, a la vez, nos brinda una orientación para la profundización en el tratado. Un código comentado no es un tratado, no es una exposición destinada a la enseñanza, es un instrumento de trabajo. Su materia prima es un código, en este caso, lo poco que queda de nuestro Código Penal de 1921. En el año 2004 se sancionó un cuerpo de leyes que acentuó el carácter represivo de nuestro código a límites insospechados para el conservador Moreno: se llevó el límite de la pena privativa de libertad a cincuenta años; se limitó la libertad condicional, se agregaron circunstancias agravantes (participación de menor, tener antecedentes ), se crearon nuevos delitos, sobre todo de peligro abstracto y agravados por el resultado y se aumentaron las penas de muchas figuras. El panorama no es alentador y sigue. Mientras escribo estas líneas consulto los proyectos en trámite en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados y advierto que en el pasado año 2012 ingresaron más de ciento veinte proyectos reformando a nuestro maltrecho Código Penal, o lo poco que de él queda. Este breve repaso a los vaivenes de nuestra legislación penal nos reafirman en la necesidad de tener un cuerpo sistemático de derecho penal, en que no haya leyes penales fuera de ese cuerpo y que éste goce de un consenso en los sectores políticos de la sociedad que le otorguen permanencia. Permanencia que deberá ir acompañada de la voluntad política de no sucumbir a la tentación de resolver los problemas con tinta; ya que crear penas y leyes penales es básicamente eso. Felicito a los Directores, al coordinador y a cada uno de los autores en su aporte a este esfuerzo, y como los conozco, sé de su voluntad para que el derecho penal sea una garantía de libertad. Espero que esta obra resulte de utilidad para los profesionales y estudiantes que busquen en ella respuestas. Luis María Bunge Campos